El neuromodulador muscular se utiliza para relajar la musculatura del tercio superior de la cara, para evitar que los músculos se contraigan, relajando las arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo.

 

Este tipo de tratamiento estético ha destacado en los últimos tiempos, debido a que consigue que los rostros de los pacientes se logren ver más relajados y juveniles, sin perder la expresión natural de la cara.

 

Hay varias marcas en el mercado, teniendo todas el mismo principio activo, toxina botulínica tipo A.

​

Su duración es de 4 y 5 y hasta 6 meses, dependiendo del tipo de piel del paciente, del tipo de arrugas y también del estilo de vida, aquí os dejamos algunos factores que pueden acortar la duración de sus efectos:

​

1. Practicar deporte intenso.
2. Consumo de fármacos.